Un año más el 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Un  día para hacer más visibles las reivindicaciones que las mujeres de todo el mundo tratamos de defender durante todo el año.

Estas se resumen en una sola: igualdad. Igualdad de trato, de salario por un mismo trabajo realizado, de derechos…

Otra de las grandes cuestiones que este año toman un puesto destacado en esta conmemoración es la relativa a la violencia contra la mujer. No sólo en el plano de las relaciones de pareja marcadas por la violencia del hombre contra la mujer, sino de todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres por ser tales. Violaciones, acoso, asesinatos…

Pero debemos prestar atención también a las MADRES Es necesario proteger la maternidad y el embarazo. El Día de la Mujer es un día para reclamar que traer un hijo al mundo no debe suponer una desventaja para las mujeres ni las debe condenar a esa “economía informal”.

El día 8 de marzo debe servir para exigir que ninguna mujer sienta que peligran su puesto de trabajo o su carrera profesional por un embarazo o por ser madre. El 8 de marzo es un día para recordar todo lo que queda por hacer para que la conciliación familiar y laboral no sea una carrera de obstáculos, y para pensar pequeños pasos que podemos ir dando en cada casa, en cada familia, para avanzar hacia ese reparto de las responsabilidades domésticas al 50 %.

Porque las madres son las más perjudicadas cuando hablamos de reconocimiento social y laboral. El otro trabajo, el no remunerado, el que se atribuye a la mujer, no está reconocido socialmente. El trabajo de cuidado queda oculto en el ámbito familiar y la dificultad para cuantificarlo hace que sea más complicado visibilizarlo y acaba por no considerarse un trabajo fundamental en la sociedad.

El reparto de las responsabilidades sigue siendo desigual entre hombres y mujeres y en consecuencia somos nosotras las que nos obligan a escoger entre un desarrollo profesional o ser madre. Ninguna mujer por el hecho de ser madre puede ser discriminada en ningún ámbito social.

¡Por eso sigue teniendo sentido el día 8 de marzo!

Desde Fedalma consideramos que es de gran relevancia conmemorar el Día Internacional de la Mujer y apreciar los logros que las mujeres han alcanzado para conseguir una sociedad más igualitaria y saludable, tanto en la economía, como en la política o en la cultura.

Todas las personas del mundo deberían estar sujetas a los mismos derechos y deberes, sin importar raza, género, religión o país de residencia.

Por desgracia, desde el comienzo de los tiempos, el rol del hombre y de la mujer en la sociedad ha llevado al género femenino a vivir situaciones muy desagradables e injustas, relegando su estatus a un segundo plano, y en especial a las madres.

Incorporar de forma transformadora la perspectiva de género en la salud y en la educación ayudaría a que las mujeres y las niñas tomen mayor conocimiento sobre sus derechos y a potenciar el ejercicio de estos y su activismo.

En Fedalma queremos dar voz a todas las mujeres que siguen sin ser escuchadas y a las que se les sigue impidiendo alcanzar todo su potencial, ya que derechos básicos como el acceso a la salud y la educación siguen sin ser reconocidos para muchas mujeres en todo el mundo.

Necesitamos tener el derecho a un trabajo digno, el mismo salario, horario y contrato iguales entre mujeres y hombres; donde no se abuse de las mujeres para conseguir un mejor rendimiento en la economía sumergida.

Necesitamos el derecho a ser madre y a que se reconozca la importancia de la crianza ya que es el sostén económico de la sociedad. Estamos cuidando los futuros ciudadanos del país.

Necesitamos que no se nos penalice en el trabajo por nuestra maternidad. Que ésta no sea un lastre para las mujeres.

Que la empresas adapten sus protocolos para hacer compatible la conciliación personal y laboral.

Necesitamos que las mujeres puedan elegir libremente la alimentación de sus bebes, pero siendo bien informada sobre lactancia humana con información basada en evidencias científicas.

Así como el DEBER de los sanitarios de derivar a un profesional sanitario experto que las ayude en sus lactancias si existe algún problema de bajo peso, dolor, …

Y a no prescribir automáticamente biberones de sucedáneos de leche humana sin haber valorado la lactancia primero.

Necesitamos un trato ético y digno durante los procesos de embarazo, parto y crianza.

Que se prevengan y se persigan los abusos de este derecho en situaciones de crisis sanitarias, sociales o bélicas.

Que se eliminen todas las formas de violencia hacia la mujer y su descendencia.

Por todo ello, necesitamos que se siga conmemorando el 8 de marzo como el día de las mujeres y que se elimine todo tipo de violencias y desigualdades.

FELIZ DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

8 de marzo de 2023