Manifiesto Fedalma 8M 2022

El 8 de marzo es una fecha destacada en el calendario internacional para recordar que la desigualdad de género aún es una realidad en todo el mundo y que si bien han sido muchos los logros alcanzados quedan muchas injusticias por superar.

El Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad en la sociedad y es, por tanto, una jornada de reivindicación y lucha contra la desigualdad entre hombres y mujeres, representando además una ocasión para el recuerdo y homenaje a las mujeres que impulsaron estos ideales.

Este día que conmemoramos es un buen momento para la reflexión sobre los logros alcanzados en los últimos años en materia de igualdad y especialmente para planificar los retos pendientes para erradicar todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas que persisten hoy en la sociedad.

Las mujeres se encuentran en la primera línea como trabajadoras de la salud, cuidadoras, innovadoras. La sociedad enjuicia a la madre que no amamanta pero también a la que amamanta en público y/o a niños mayores de 2 años.

A nivel laboral, se tolera el hábito tabáquico y se juzga a la madre que se extrae leche. Además, el permiso por maternidad es insuficiente y existe un permiso por cuidado del lactante, pero no uno específico que favorezca la lactancia materna .

A raíz de la crisis sanitaria han surgido nuevos obstáculos que se suman a los de carácter social y sistémico que persistían antes y que frenan la participación y el liderazgo de las mujeres.

En todo el mundo las mujeres se enfrentan a tareas de cuidados no remunerados, al desempleo, a la pobreza y a un aumento de la violencia de género y también a la violencia obstétrica, practicada en muchos hospitales del mundo.

Por todo ello, desde Fedalma pedimos este Día Internacional de la Mujer

  • Que el Estado consolide mecanismos que le permitan cumplir con su responsabilidad de proteger, promover y apoyar la lactancia materna, financiando adecuadamente programas y servicios adecuados.
  • Que las instituciones de salud y su personal desarrollen programas, protocolos y rutinas que apoyen la lactancia materna y protejan la salud pública sobre cualquier interés privado o particular, brindando información veraz que ayude a las madres a tomar decisiones informadas sobre la alimentación de sus hijos e hijas y ofreciendo consejería profesional oportuna.
  • Que el sector empresarial cumpla las leyes, normas y políticas relacionadas con la protección de la maternidad, asegurando la no discriminación de las mujeres, las licencias y periodos para la lactancia durante la jornada laboral y garantizando condiciones adecuadas para la extracción y almacenamiento de la leche materna.
  • Que la comunidad respete el derecho de las madres a amamantar cuando quieran, como quieran y dónde quieran, y facilite que la información sobre las asociaciones y grupos de apoyo de su entorno esté al alcance de las familias.
  • Que las familias apoyen a las madres, ya sea de forma práctica, relevándolas de tener que realizar labores domésticas o del cuidado de terceros, o de forma emocional, con empatía y comprensión, ofreciendo información correcta y buscando soluciones a posibles problemas o dudas que puedan surgir.
  • Que las corporaciones de alimentos infantiles cumplan con la legislación nacional y los estándares de comercialización definidos en el Código Internacional de Comercialización de sucedáneos de la lactancia materna de la OMS, evitando incurrir en prácticas de marketing poco éticas.
  • Y que la feminidad también esté representada como su mayor esencia que es en la maternidad y que se apoye esa etapa de la vida que tanto pedimos las mujeres madres de todo el mundo.

POR UN 8 DE MARZO MATERNAL