EL PARTO ES NUESTRO – La voz de las mujeres

Bienvenidas y bienvenidos a los LUNES FEDALMA

El pasado sábado 2 de diciembre se llevó a cabo un encuentro propuesto por la Asociación El Parto es nuestro en la Casa de las asociaciones de Alcobendas, Madrid, para compartir en primicia la proyección de su documental La Voz de las Mujeres.

Este documental versa sobre violencia obstétrica y activismo y está subvencionado por el Instituto de las Mujeres y producido por Barret Cooperativa, que he de decir que han logrado un maravilloso trabajo.

FEDALMA asistió como invitada, y tuve el placer no solo de representar a la Federación, sino de compartir y conversar con otras mujeres acerca de salud sexual y reproductiva, base de nuestras motivaciones asociativas y activistas.

La Voz de las Mujeres versa sobre el encuentro entre mujeres que ha gestado esta asociación durante sus 20 años de recorrido y cómo se ha ido conformando y articulando, defendiendo una mejora en las condiciones de atención a madres e hijos durante el embarazo, parto y posparto.

No dista mucho del trabajo que se lleva a cabo desde la Federación, teniendo en cuenta que la información que reciben las familias, el sostén y acompañamiento que los grupos locales de ambas asociaciones brindan y el activismo que ejercen, facilitan un mejor establecimiento de la lactancia materna, que está presente de forma natural durante el documental, nombrándose naturalmente, si bien no es el objetivo del mismo.

La Federación de Asociaciones Prolactancia Materna (FEDALMA) y la Asociación El Parto es Nuestro comparten un objetivo común: informar, asesorar y acompañar a las mujeres en sus procesos sexuales vitales para que tomen decisiones informadas. Y ciertamente, es gratificante sentir cómo un inmenso grupo de mujeres, repartidas en diferentes localidades, se organizan para maternar a sus criaturas, acompañar a familias propias y ajenas, atender sus trabajos, y dedicar tiempo y alma a esta labor tan necesaria para que las criaturas crezcan en un entorno lo más saludable posible.

Me gustaría resaltar algunos de los objetivos que compartimos, y que tras este encuentro veo muy claramente:

  • Promover espacios de encuentro e intercambio de saberes entre mujeres. Mujeres que acompañan mujeres, que se informan y se forman para que todas podamos elegir libremente en los procesos sexuales vinculados a la gestación, parto, posparto y lactancia materna. Entendiendo que cada mujer tomará su elección de forma libre, sin presión para que tome una en concreto de nuestra preferencia (como a veces se nos atribuye). Sólo acompañar de manera respetuosa el proceso.
  • Representar desde la voz de las madres, a los bebés que llegan al mundo. Para que lleguen de forma respetada, acompañada, no violentada, permitiendo que su madre tome decisiones que le permitan una disponibilidad emocional en el proceso, para que puedan sostenerse en ella para crecer como ser humano. En este mundo adulto-centrista olvidamos que todos hemos sido bebés. La evidencia científica acompaña y avala la necesidad que las personas tenemos, como criaturas recién llegadas a la vida, de mantener contacto con las figuras de apego para un pleno desarrollo físico y mental. Proteger y cuidar al bebé, no solo por humanidad, sino como medicina preventiva y garantía de cuidado integral de las personas que ahora llegan al mundo, pero más tarde, cuando crezcan, serán las que decidan en él.
  • Revisión de protocolos de atención. Fomentar la formación profesional no solo intra asociaciones sino también en los profesionales sanitarios. No en vano, en la Federación y en el Parto es Nuestro cuentan con profesionales sanitarios que muchas veces de manera altruista brindan no solo su apoyo, sino también su experiencia y formación para ponerla al servicio de un bien mayor común no solo para las mujeres, como ya hemos citado en el punto anterior, sino para toda la sociedad.

Esta labor complementaria que construimos, muchas veces se materializa en la colaboración que se da en algunas localidades entre asociaciones de lactancia y grupos de El parto es nuestro. Los partos respetados son coadyuvantes de la lactancia; las lactancias respetadas promueven una crianza saludable; las crianzas saludables redundan en el bienestar de los niños, y a su vez en el bienestar de las familias. Familias que conforman la sociedad en la que vivimos. Promover la salud sexual femenina es atender a más de la mitad de la población que puebla el planeta, mitad que sostiene a los que llegan. Apostar por estos espacios y lo que promueven es apostar por un modelo preventivo de salud que mejora la calidad de asistencia y redunda en la salud general de los individuos. Ignorar esto es cerrar los ojos ante una evidencia.

Tras el visionado del documental, se dio paso al coloquio, a la reflexión compartida en la que muchos de los asistentes, la gran mayoría mujeres, tomaron la palabra. Muchas cosas se dijeron allí. Una de ellas, la violencia obstétrica. Se ha discutido mucho (y se sigue discutiendo) sobre la conveniencia o no del término y si es adecuado. Tras visionar el documental creo que no cabe duda alguna. Reconocer que se ejerce violencia puede ser violento, puede generar culpa y vergüenza. Pero no por ello deja de ejercerse; no por ello no existe. Es necesario nombrarla, identificarla y asumirla para responsabilizarse de sus consecuencias, en la salud física y mental de las mujeres que se atienden y en la díada con sus criaturas. Por tanto en la sociedad emergente. Ignorar la violencia o promoverla, que es lo mismo, engendra más violencia tarde o temprano en la vida.

Mesa compuesta, de izquierda a derecha, por Isabel Espiga, perteneciente al Observatorio de la Mujer durante la elaboración de la Estrategia de atención al parto normal, Esther Sabariego, representante de la Casa de la Mujer del Ayuntamiento de Alcobendas, Ibone Olza, Psiquiatra y Fundadora de El Parto es Nuestro y Susana Fernández, presidenta de El Parto es Nuestro.

Reconocer que los profesionales pueden ejercer mala praxis y ejercer violencia, en muchos casos no de manera premeditada, sino de manera aprendida, y promover una toma de conciencia que permita posicionarse frente a ello, es un derecho de las mujeres que se ve claramente respaldado por el activismo que desde los grupos se lleva a cabo. La violencia es estructural; se aprende en la facultad, se consolida en la praxis, y muchas veces genera desacuerdos entre profesionales que quieren atender a las mujeres con esta mirada sensiblemente humana y que a veces puede desafiar protocolos establecidos. Protocolos por otra parte obsoletos en muchos casos. Por eso se invita a revisarlos, desde la evidencia científica de la que disponemos actualmente, como se hizo hace años en compañía de una de las invitadas a la proyección y asistente a la mesa, Isabel Espiga, miembro del Observatorio de la Mujer durante la elaboración de la Estrategia de atención al parto normal. El trabajo que se realizó con este documento, aprobado para su implementación y puesta en marcha, posteriormente fue recomendado. Otra forma más de violencia.

Se ha llevado a cabo durante años una labor silente y continua, no solo acompañando día a día a las mujeres que se acercan a estos grupos y asociaciones, sino también documentando desde la realidad, relatos personales y hechos objetivos, todas estas malas praxis que nos afectan directamente y documentando lo que sí es necesario practicar, en un ejercicio de generosidad y coordinación increíble en el escaso tiempo del que, en muchas ocasiones se dispone como mujeres y madres de familia.

Y es ésta otra de las características que nos unen. Mujeres que caminamos juntas, comprometidas con la salud y el bienestar, no solo personal, sino de nuestros hijos e hijas, y por ende, de la sociedad entera. Y yo no puedo dejar de admirar esa capacidad que vivimos en el día a día en los grupos de lactancia, en la Federación, y que compartían las compañeras de la asociación de El Parto es Nuestro: capacidad organizativa, capacidad de delegar, de coordinar, de estar presentes, de generar, de apoyar… ya no solo entre los miembros mismos del grupo sino al conjunto de la sociedad a la que acompañan. Y aun así, seguir presentes en sus vidas personales. Realmente el sostén de la sociedad la ejercen las mujeres desde un lugar tan invisible a veces, pero tan urdido, que, si fallara, es probable que nada fuera lo mismo.

El asociacionismo y activismo en salud sexual y reproductiva, promueve que, en uno de los momentos más vulnerables de la vida de las mujeres, podamos acompañarnos, establecer redes de cuidado y sostén. Pero también nos permite apoyarnos en aquellos que ponen voz a nuestras necesidades más elementales, que a veces, son ignoradas en proclama a nuestra salud, perjudicándola gravemente. Activismo necesario y urgente para que podamos visibilizar, poner voz y altavoz a las situaciones que nos afectan y generar un cambio a nivel estructural en la política, en los colegios profesionales, en las universidades y en la sociedad entera poniendo los cuidados en el lugar que se merecen.


Asociación El Parto es Nuestro. 20 años de activismo contra la violencia obstétrica. Sala llena. Luces que se apagan. ¡Y empezamos!

Imposible resumir en una hora toda la trayectoria de una Asociación como El Parto es Nuestro. Se han quedado muchas cosas sin decir y de otras tantas no hay documentos gráficos ya que nadie podía imaginar en aquella reunión de 2003 que, veinte años después, aquí seguiríamos. Pero sin duda, ha sido muy emocionante: la sensibilidad de Barret cooperativa, bajo la dirección de Claudia Reig y el trabajo en producción de Álex Badia ha sido esencial para transmitir esta labor de dos décadas y lo conseguido hasta ahora.

Abrió el acto nuestra presidenta Susana Fernández Rocha que, emocionada, nos dio las gracias a todas, las de hoy y las de entonces. Nos contaba cómo ese camino común, intenso y largo –el suyo y el de otras- nos ha transformado de tantas formas. Porque la realidad es que muchas de nosotras hemos hecho de nuestras cicatrices y nuestro dolor una fuerza para el cambio.

La Voz de las Mujeres es un audiovisual que cuenta cómo hemos denunciado la existencia de violencia obstétrica y también es una mirada hacia atrás: la enorme generosidad de mujeres de toda España que, a lo largo de muchos años, han dedicado su tiempo y han puesto el corazón en mejorar la calidad de la atención al parto.

Han pasado muchas por nuestra Asociación: todas importantes. Como hormiguitas, cada una de ellas cuenta. Ayer, igual que siempre, unas inflaban globos, otras montaban las sillas, ayudaban con el escenario… un ejército de mujeres cuyo trabajo no es siempre el más visible pero que supone la mayor fortaleza de nuestra entidad.

El Parto es Nuestro ha conseguido ser una referencia internacional no solo por los logros obtenidos, sino también por la inmensa capacidad de trabajo de sus voluntarias. Ibone Olza, co-fundadora, recalcaba que era un día de celebrar esa generosidad, el apoyo mutuo entre madres y también la suerte de compartir hermosos nacimientos gracias a ese trabajo. Se quedan cortas las palabras para agradecer a cada mujer involucrada.

El coloquio de después contó con la participación de nuestra querida Socia de Honor, Isabel Espiga, una figura muy importante en el desarrollo de la Estrategia de Atención al Parto Normal y que tomó el relevo de la incombustible Concha Colomer, fallecida de forma tan temprana. También participó Esther Sabariegos de la Casa de la Mujer “Clara Campoamor” del Ayuntamiento de Alcobendas, espacio que nos acoge desde hace muchos años y que hemos convertido en “nuestra sede”.

Terminamos la noche celebrando, llenas de emoción y oxitocina. Haciéndonos muchas fotos para dar fe en unos años de lo que este día supuso para todas y cantándonos el cumpleaños feliz. Pero no os equivoquéis. No queremos “larga vida para El Parto es Nuestro”. No queremos que pasen otros veinte años… queremos poder recordar todo este camino como lo que son: pequeñas batallas ganadas, una a una. Lentas pero seguras. Poder contar a nuestras nietas, incrédulas de la historia, que hace años tuvimos que luchar por devolvernos el parto y hacerlo nuestro. Y que, finalmente, lo conseguimos.

Texto 1: Begoña Sánchez Fernández. Psicóloga y madre de una niña de 10 años.

Texto 2: Helena Fontalba, hija de una madre de la junta de FEDALMA.

Maquetación edición: María Bailén Fuentes. Comisión Comunicación. Coordinación: Anaís Ferrández Rodríguez, Presidenta de FEDALMA.